Publicado el 10/07/2013 por info@agrobeta.com
Entre otras plagas y enfermedades en el olivar podemos encontrar:
Constituye la primera plaga en importancia económica del olivo.
Es una mosca con las alas transparentes, el abdomen con franjas y una placa blanca característica. Es exclusiva del olivo. No ha de confundirse con la mosca de la fruta.
El nivel de daños se expresa en porcentaje de aceituna picada. La intensidad del ataque depende de las condiciones de cada campaña. Poca cosecha, verano fresco y otoño caluroso favorecerán un mayor porcentaje de aceituna afectada.
La cochinilla del olivo es un cóccido chupador de savia. La hembra adulta que va oscureciendo a lo largo de su desarrollo hasta llegar a una coloración negra, es como medio granito de pimienta. En el dorso presenta unas quillas características en forma de H.
Los síntomas característicos de esta plaga son: la presencia de cochinillas adultas sobre brotes y hojas, la apariencia brillante debida a la melaza que desprende el insecto y la coloración negra a causa del hongo Capnodium elaeophilum Prill (“negrita”) que toma el árbol.
Las temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano, los vientos frecuentes y fuertes, las podas que favorecen el aireo del árbol y la aportación de fertilizantes de forma equilibrada y sin excesos de nitrógeno, ayudan a mantener la plaga a unos niveles tolerables y no perjudiciales.
Tiene tres generaciones completamente sincronizadas con el olivo: una afecta a la hoja (filófaga), otra a la flor (antófaga) y la última, que es la más perjudicial y la más importante de cara al control, al fruto (carpófaga).
A la salida del invierno, las orugas de esta generación comen hojas. Los daños que ocasionan no son nocivos para los árboles y es un error pensar en realizar un control contra esta generación.
Las orugas de esta generación comen flores. Ante el hecho de que la floración del olivo es muy abundante, los daños que ocasiona son difíciles de valorar. Lo que tenemos que tener en cuenta es que aplicar un tratamiento es un error total, ya que si se elimina en estos momentos toda la fauna útil, difícilmente la recuperaremos a tiempo para que realice un control eficaz de los fitófagos presentes en el cultivo.
Los daños de esta generación son los más importantes y los que han de tenerse en cuenta para valorar la necesidad real del tratamiento. Las orugas se alimentan de la pulpa de la almendra del hueso.
Cuando entra dentro de la aceituna para alimentarse y cuando sale para completar su ciclo al exterior, provoca la caída de las aceitunas. La llamada “caída de San Miguel” a finales de septiembre es la que nos da una idea de la incidencia del punzón en cada finca y depende mucho de la variedad y de la zona.
En caso de confirmar pérdidas considerables los tratamientos con productos sistémicos en carpófaga en junio pretenden eliminar las larvas que han entrado dentro de la aceituna y son eficaces siempre que el hueso no haya endurecido.
El algodón es un cicadélido chupador de savia que en el momento de la floración y la formación del fruto se hace presente por las secreciones larvarias de algodón y melaza que cuelgan de los ramos florales.
Este insecto no afecta a la producción de los árboles y está muy controlado de forma natural por su fauna auxiliar. Con una simple lluvia o una ventolera ayudan a eliminar el algodón.
Es un coleóptero xilófago que excava galerías y se alimenta de la madera de los árboles vivos.
Los daños corresponden a mordeduras de alimentación que provocan heridas en los brotes, en los racimos florales que se marchitan antes de abrirse las flores, y en las aceitunas, que se secan en el árbol y acaban cayendo antes de la cosecha.
Las medidas culturales son las únicas que nos permiten evitar que el insecto se instale en la finca y provoque daños en la cosecha. Hay que retirar, quemar o trocear la leña de poda después de que el insecto haya abandonado los árboles a la salida del invierno. Antes de que las larvas completen su ciclo y abandonen la leña, tenemos que retirarla de la finca para evitar el retorno de la nueva generación. La retirada ha de realizarse antes de observar orificios sin aserrín, ya que éste indica que los nuevos adultos han salido y están colonizando los árboles.
Los síntomas más conocidos del repilo son las manchas circulares oscuras que aparecen en el anverso de las hojas, pero también puede afectar al nervio por el reverso de la hoja, al mismo pecíolo o a la aceituna, ya sea al fruto o al pedúnculo. La presencia de estas manchas indica la formación de esporas del hongo que, arrastradas principalmente por la lluvia, provocarán nuevas infecciones. Desde la infección hasta la aparición de las manchas hay un período de incubación que puede durar entre 4 y 15 semanas, que depende de la temperatura, humedad relativa, edad de la hoja, etc.
Los daños producidos pueden ser muy importantes por la caída de hojas e incluso de frutos.
La aceituna jabonosa es una enfermedad provocada por los hongos Colletotrichum acutatum y Colletotrichum gloeosporioides.
Es poco conocida y se confunde con el Repilo.
En las horas aparecen manchas irregulares de color marrón y amarillean. En el envés aparece una tonalidad gris oscura plateada inconfundible.
Es importante en el olivar intensivo, en árboles jóvenes de 8 a 12 años y rara en olivar tradicional, que de aparecer lo hace en zonas bajas húmedas propensas a encharcarse.
Tapona los vasos conductores y produce marchitez de brotes, ramas secundarias e, incluso, ramas principales. Las enfermedades vasculares suelen afectar a una parte de la planta. Las hojas no caen, se doblan hacia dentro y las ramas mueren. Ramos florales o frutos se secan pero no caen.
El patógeno está en el suelo y cuando contacta con una raíz penetra, pasa a los vasos y comienza a desarrollarse, pudiendo taponar esa zona.
Si controlamos a la Mosca del olivo no tendremos Escudete, ya que este penetra por las heridas producidas entre otras por la mosca. No se trata a la enfermedad sino a la mosca.
Los aceites son más ácidos, pero no tiene incidencia económica de importancia.
Es un hongo que se asienta en las sustancias azucaradas que excrementan los pulgones, cochinillas y moscas blancas. Es llamado comúnmente Negrilla o Mangla.
Se observa un polvo negro seco en hojas y frutos. Afecta al vigor de la planta.
Si se eliminan los insectos no aparecerá.
Aparecen verrugas o tumores en ramas y ramillas.
Lo produce unas bacterias que penetran por heridas causadas por granizo, heladas, golpes… Se contagia por las heridas de la poda.
Esta enfermedad ataca a todos los frutales, vid, árboles, ornamentales y forestales.
Ataca sobre todo a árboles muy jóvenes en vivero o en los primeros años de plantación.
Los síntomas son unas agallas o bultos en la zona del cuello (parte que separa el tallo de las raíces) que impide la circulación de savia y por tanto, la planta muere a los 2-3 años.
Se suelen producir en los viveros al hacer los injertos donde se producen infecciones.
Bibliografía:
– Infojardín.com. Enfermedades del Olivo
– Generalitat de Catalunya. Departament d’Agricultura, Ramadería i Pesc. Dossiertécnic. Nov.07
Sin duda en el articulo he encontrado unos buenos consejos. Gracias
Por control plagas termitas | 12 diciembre, 2015
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